domingo, 8 de agosto de 2010

El liderazgo y su rol en las organizaciones transcomplejas (Becerra D,Gladys)

Las personas han sido siempre fundamentales para las organizaciones, pero su importancia estratégica está creciendo en las industrias modernas basadas en el conocimiento. El éxito de una organización depende cada vez más del conocimiento, habilidades y capacidades de sus empleados.

Las organizaciones modernas no pueden darse el lujo de ignorar el potencial de sus trabajadores para incorporar mejoras que se transformen en un ambiente más humano y participativo donde las ideas de todos tienen valor.

Para trabajar con las personas de manera eficaz es necesario entender el comportamiento humano y conocer los diversos sistemas y prácticas de los que se puede disponer cuando el objetivo sea generar una fuerza de trabajo capacitada y motivada. Al mismo tiempo se debe estar consciente de las cuestiones económicas, tecnológicas, sociales y legales que facilitan o dificultan los esfuerzos para lograr las metas de la organización.

La concepción de las organizaciones ha ido cambiando debido, entre otras cosas, a la necesidad de ser más competitivas en el mercado laboral, lo cual exige eficiencia y productividad. En estas condiciones y para explotar mejor sus ventajas y la de la industria en las que operan, las organizaciones han debido replantear sus modelos de negocio, estilos de gerencia, liderazgo y prioridades estratégicas.

Las organizaciones pueden ser transcomplejas, tanto en su esquema organizativo, estrategias, planes y métodos, como en los miembros y capacidades de estos. De allí que el liderazgo se presenta como una facultad para llevar la organización hacia el éxito a través de la toma de decisiones pertinentes y eficaces para cada situación que se pueda presentar, transformando los conflictos en nuevas oportunidades (Andrade Molina, 2008).

Por su parte, Gil (2005) define a la organización transcompleja como el conjunto de personas, empleos, sistemas, funciones, oficinas, instalaciones y dependencias que constituyen un cuerpo o institución social que se rige por usos, normas, políticas y costumbres propias y tienen un objetivo especifico. Dicha situación conlleva una toma de conciencia de la comunidad de destino, propia de la “era planetaria” en la que todos los humanos están confrontados con los mismos problemas.

Toda organización transcompleja debe poseer amplitud, permeabilidad a los cambios, y la coexistencia de fuerzas que se complementen y a la vez que antagonicen. Además requieren combinar al menos tres elementos: estrategia, liderazgo y compromiso. La estrategia define objetivos y rumbo. El liderazgo conecta y trasmite la estrategia a las personas que mueven a la empresa. La manera como las personas echan a andar la empresa depende del comportamiento que las políticas y los lideres generen.

El liderazgo juega un papel importante en el funcionamiento de las organizaciones y en el de los diferentes grupos, equipos o unidades funcionales que las componen. Los líderes son concebidos en su dimensión humana natural, como miembros de grupo, que logran esfuerzos entre sus compañeros para alcanzar las metas organizacionales. Son esas expectativas, esperanzas, visión, misión, valores, símbolos, frases, programas, edificios, los que conforman la esencia de un verdadero líder.

Para algunos investigadores, el liderazgo es simplemente un rol que emerge en cualquier interacción social. Es un proceso de mutua interacción entre los miembros de un grupo. Está definido por un conjunto de expectativas (o normas) compartidas por el grupo.

Los nuevos líderes dentro de una organización deben mostrar directrices organizacionales y gerenciales innovadoras, más específicamente, estrategias para adaptarse a las situaciones de cambio, y una visión que, compartida con todos los actores, conduzca a que estos actúen por iniciativa propia, favoreciendo las transformaciones necesarias que requiere la organización en pro de mantener su vigencia en el mercado.

La asertividad es una competencia importante en el desarrollo de los líderes, puesto que les ayuda a comunicarse mostrando ampliamente su potencial humano. Hacerse un líder asertivo es un proceso de aprendizaje que puede ser largo pero no imposible. Una persona es lo que piensa, sus pensamientos producen sus emociones. De la manera que piensa, así siente y así reacciona.

Los lideres no pueden encender la llama de la motivación si no consiguen trasmitir pasión y entusiasmo a los demás miembros de la organización. Un líder asertivo tiene un amplio rango de estilos y conductas disponibles y, por consiguiente, está bien capacitado para integrarse totalmente a cualquier equipo y liderarlo de manera efectiva.

En la última década, el mundo empresarial ha experimentado cambios espectaculares: avance vertiginoso de la tecnología, aumento de la incertidumbre, volatilidad y competencia, acceso a información en tiempo real, reducción de los márgenes operativos, segmentación de los clientes y una sociedad civil más activa.

Es necesario que el liderazgo funcione desde la óptica de la orientación al logro, a la autodeterminación, para no depender de las indicaciones de un supervisor; motivación al logro, para centrarse en las metas; poder positivo, para mostrar fortaleza; autocontrol emocional y positivismo ante situaciones difíciles y adversas; capacidad de compartir y demandas de crecimiento personal, en las formas de flexibilidad para aceptar a los demás; manejo de la incertidumbre y del fracaso, para superar lo desconocido y lo adverso.

Por ello, toda organización, como tal, es un sistema de valores, que no solo debe ser capaz de generar riqueza y producir empleo sino que, además, atienda las responsabilidades sociales y evalué los impactos de su actividad dentro de la sociedad.


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